domingo, 31 de octubre de 2010

Las cosas que otros inventan en esta ciudad...




Ya les había adelantado algo... Ahora les explico quienes están detrás
de la campaña de amor por Caracas
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Al mejor estilo "I Love NY"
Se ven pocas en la ciudad. Unas cuantas están adheridas en las viejas casetas telefónicas, otras tantas están pegadas a los postes. Algunas se pierden en muros o en señales de tránsito. Pero allí están las calcomanías del grupo Taller de Bicicletas con su mensaje “I Love CCS”, haciendo recapacitar a los caraqueños sobre lo necesario de querer a Caracas. Y eso es lo importante.
A diferencia del famoso logo de Milton Glaser “I Love NY”, el corazón caraqueño está herido por tres impactos de bala. Un detalle que –sin palabras- habla mucho de la violencia con que se vive en la capital. Pero que a pesar de ello, llama a amar la ciudad y a reflexionar sobre la necesidad de rescatar la sensación de seguridad.
“La campaña I Love CCS va a favor de una ciudad más segura. Es una manera de ratificar nuestro amor por una ciudad que necesita más de su ciudadanía”, afirmó Douglas Barrios, profesor con especialidad en Arte Público, quien junto a sus estudiantes de la Universidad José María Vargas formó el grupo Taller de Bicicletas, con la idea de hacer ciudad a través del arte.
La primera experiencia la vivieron en noviembre de 2009, cuando participaron en el evento Urbanitas que se realizó en la Plaza Millenium de Los Dos Caminos. Allí hicieron algunas intervenciones temporales con el objetivo de promover el rescate del espacio público, perdido a causa de la inseguridad. Durante una segunda ocasión, aprovecharon los tantos pendones que suelen ensuciar la ciudad y los transformaron en piezas de arte para recrearle las colas a quienes transitan por la Cota Mil.
Ahora, conjugan esa actividad con la campaña I Love CCS, que sirve de preámbulo para lo que serán sus próximos inventos urbanos. Así, por ejemplo, hace una semana arrancaron con su campaña de intriga en algunos espacios de la ciudad muy concurridos como el bulevar de Sabana Grande y el casco Central, para llamar la atención de los transeúntes y anunciar lo que sería su siguiente intervención.
Esta vez, el escenario fue el casco histórico de Petare, donde el sábado 30 de octubre se dedicaron a reciclar otro lote de pendones para hacer de ellos obras gráficas, que sirvieran para cambiarle la cara a esta zona popular. Allí, estuvieron a partir de las 9:00 de la mañana en compañía de estudiantes, artistas, ciudadanos y juntas comunales, con el apoyo de Cultura Sucre. El próximo año vendrán con más. Sólo tiene que estar atento si encuentra nuevas calcomanías de I Love CCS. Igual puede revisar el trabajo de estos chicos a través de su grupo en Facebook Taller de Bicicletas y sumarse como voluntario si así lo desea. “Queremos hacer ciudadanía. Rescatar a una ciudad que se ha perdido por la violencia. Aquí hay muchas cosas que se pueden hacer”, afirmó García. Entonces, ¿se anima?
Mirelis Morales Tovar
@mi_mo_to

jueves, 28 de octubre de 2010

Las cosas que uno tiene que ver en esta ciudad...



Lo que queda del Metro...

Rescato este texto a propósito de las declaraciones del ministro Garcés y del nombramiento del presidente número 11 del Metro en lo que va de revolución

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Visitar los talleres del Metro de Caracas es ver las entrañas de la empresa de transporte. Es estar en el corazón. Es presenciar la decadencia y sentir dolor por lo que dejó de ser lo que se conoció como la Gran Solución para Caracas.
Allí no hay presidente del Metro que te engañe con comentarios positivos sobre las mejoras del sistema. En los talleres se evidencia de forma cruda y dura las consecuencias de las equivocadas administraciones (y que conste que son bastante, porque por la empresa han pasado 10 presidentes en 10 años) y de la falta de mantenimiento por problemas presupuestarios.
Se observan gusanos de acero inmovilizados sobre rieles y a merced del agua, sin importar que su incidencia ayude a corroer aún más sus piezas, al punto de convertirlo en simple chatarra. Unidades “canibalizadas” por la propia empresa para “parapetear” las que circulan a duras penas por la Línea 1.
Un trabajo publicado por la periodista Migdalis Cañizales revela que, de los 85 trenes que funcionan en las cuatro líneas, 11 están inmovilizados, lo que representa 13% de la flota. De los 48 trenes que deberían operar en la Línea 1, sólo funcionan 41 y en las horas picos se habilitan entre 36 y 39.
Fuentes del Metro han informado que al menos 35 trenes presentan fallas. Ello explicaría por qué se habla que actualmente el sistema registra 100 minutos de retraso en promedio. “Según el informe de operaciones de marzo, se pierde 10% del horario de operación”, se lee en el trabajo de Cañizales.
En los talleres, ningún trabajador se impresiona de ver casi 200 motores en el suelo a la espera de ser reparados. Se ha vuelto cotidiano. Tampoco se horrorizan de ver unidades sin puertas, sin ventanas, con piezas incompletas… Poco pueden hacer al respecto. Pero les duele y así lo manifiestan quienes tienen años laborando en el Metro. “Es lamentable ver cómo se ha deteriorado una empresa emblemática, donde nos formamos como profesionales”.
Es tanta la desidia que hace unos días los trabajadores observaron la presencia de unos bidones que presuntamente contenían aceite desechable proveniente del mantenimiento y resultó que los pipotes contenían una mezcla tóxica, que requirió de la presencia de los bomberos. Pero en vez de removerlos, fueron ocultados tras una carpa. Hasta que finalmente fueron trasladados de forma improvisada.

Triste es lo que se vive en el Metro y más lamentable es que nadie actuó para evitarlo...

Mirelis Morales Tovar

Fotos: @mi_mo_to y cortesía

martes, 26 de octubre de 2010

Las cosas que otros inventan en esta ciudad...

¿Qué opinas de la campaña ILoveCCS?

Las cosas que otros ven en esta ciudad...

Sabana Grande: punto de encuentro
Siempre es interesante conocer la visión de otras personas sobre Caracas. Puede que la mía sea demasiado romántica para algunos. Por eso me encanta descubrir lo que otros observan de Caracas y compartirlo con ustedes para que juntos nos formemos una idea de ciudad. Aquí les presento un interesante trabajo sobre el Bulevar de Sabana Grande, realizado por Vanesa Racenis. Es largo, pero vale pena tomarse el tiempo de conocer la historia de este emblemático corredor peatonal. Más ahora que está en un proceso de rehabilitación. De paso, aprovecho para dejarle la página del proyecto para que también le den un vistazo y se enteren de la transformación de este espacio público. www.vivesabanagrande.com

Sabana Grande. Punto de Encuentro. Caracas, Venezuela. from Vanesita Racenis on Vimeo.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Las cosas que nos enseñan otras ciudades...




Una ciudad para soñar
Cartagena... ¿Cuánto no podríamos aprender de ti? Conocerte fue observar -en vivo y directo- la materialización de la voluntad política, del interés por el bien común y del amor por la ciudad. Suena muy romántico, pero qué hago si eso fue lo que me trasmitiste. El lema de tu alcaldía me lo dijo todo: “Trabajamos por una sola Cartagena”. Waoo. Ni te cuento cómo se vive en una ciudad fraccionada, porque no vale la pena que lo sepas.
Por curiosidad, leí el plan de desarrollo que han diseñado para ti. Me conmovió leer que uno de los objetivos de la municipalidad es “Construir una ciudad para soñar” y “Recuperar la confianza de la ciudadanía en el Gobierno". ¿Cómo? El primer propósito a través de proyectos urbanos que hagan la vida más digna, un ambiente urbano bajo control, programas de seguridad y actividades para recuperar la identidad, la memoria y la imaginación. El segundo, a través de programas de contraloría social y corresponsabilidad denominados “El Alcalde somos todos y todas” o “Los impuestos se invierten en lo que toca”.
Y, de hecho, eso se ve reflejado en tus calles. Tu ciudad amurallada es un ejemplo de cómo se puede revalorizar un espacio para el beneficio de todos. No sólo con miras al visitante, sino para el disfrute de los propios habitantes y el provecho de los comerciantes. Qué hermosas se ven tus casonas rehabilitadas y convertidas en espacios de esparcimiento sin perder su identidad colonial. Qué lindo sería ver así a La Pastora, El Hatillo o El Casco Histórico.
Ay Cartagena, tenemos mucho que aprender de ti.
Mirelis Morales Tovar
@mi_mo_to

lunes, 4 de octubre de 2010

Las cosas que odio de esta ciudad...



Ciudad del miedo

En memoria de Eduardo Hernández

34 personas murieron este fin de semana. Y eso según los datos que se hacen públicos. Da igual para algunos. Número más, número menos. ¡Qué más da! Gracias a Dios, no hay familia ni conocido involucrado, dicen por allí. Pero que distinto cuando dentro de esa cifra hay una persona cercana. Que vulnerables nos sentimos. Que rabia (por no decir otra cosa) le agarramos a esta ciudad del miedo.
Vivimos todo el tiempo esperando una muerta violenta. O al menos un robo, un arrebatón, un mínimo susto que nos haga aferrarnos a la vida. Así vivimos en Caracas. Con sobresalto, con incertidumbre, con sospecha del sujeto que camina detrás de nosotros. Caminamos con el rabillo del ojo clavado en quien tenemos al lado. Manejamos con el teléfono escondido bajo la pierna y con la cartera en el asiento trasero para evitar un golpe en el vidrio que exija entregarlo todo.
Sacamos dinero del cajero con la sospecha de que quien está atrás o afuera nos asaltara al cruzar la calle. Salimos de noche con la incertidumbre de no saber si volveremos. “Mucho cuidado por allí”, te dice mamá antes de salir. “Mira que la calle está muy peligrosa”, agrega antes de que salgas y se persigna al cerrar la puerta. No exagero. Así vivimos o sobrevivimos en esta ciudad. Sin calidad de vida. Sin la más mínima sensación de seguridad. Es la ciudad de la furia. La ciudad donde reina el miedo.
No hay respeto a la vida, pero tampoco al dolor. Y eso es lo más triste. La muerte del general retirado de la GN arrebató de algunos lectores comentarios tan miserable (y perdonen la palabra) como “GN...el honor ni se divisa...otro contrabandista más...” Qué importa si era GN, qué importa dónde vivía. Era un ser humano. Tenía familia, hijos, planes, sueños... La violencia, la intolerancia, el miedo está acabando con lo poco que nos pertenecía: el respeto a la vida.

Mirelis Morales Tovar